- Vale. Resulta que llegas a mi vida. La pones del revés. Yo iba en un barco perdido, a la deriva y en medio de un océano en el que no paraba de dar vueltas. Y vi la luz de tu faro. Me invitas a tu isla desierta. Así como la de Lost. Curas todas mis heridas. Me haces de psicóloga y de profesora de inglés. Me alineas los chacras. Me pagas una terapia de constelaciones familiares. Me inundas de calma y de luz. Vamos, que me dejas como nuevo. Y cuando ya estoy perfecto, y vuelvo a sonreir en las fotos, tú vas y desapareces. Llego un día a tu casa y me dicen que has dejado de existir. Esto va de ese rollo, no?
- No, eso es en la película de Noviembre Dulce.
- Ya, pues también lo es en mis pesadillas.
2 comentarios:
puede ser el dulce Agosto...
una vez escribí "esto es lo malo de convertir a una persona en tu punto cardinal más importante: en tu norte".
venga va, sonríe en la próxima foto que te hagas/n.
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