11/30/2011

Cuando lo has perdido todo

Te ríes, y parece que se fuera a acabar el mundo.
Una cafetería con vistas a Atocha. Un paquete de cigarrillos.
Te preguntas cómo es que llegué hasta aquí.
Realmente yo también me lo pregunto.
Y suspiro.
¿Cómo es posible que alguien con los ojos tan tristes pueda seguir en este mundo?
He de confesar que yo también me lo pregunto.
Tampoco tenía otra salida.
Sólo el silencio.
Y aguantar.
Cuando lo has perdido todo
el mundo se convierte en algo muy sencillo:
solo te queda volver a empezar.
Solo.

11/23/2011

El poema que hablaba de ti y de mi. De mi, y de ti...


Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.
     
Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?
     
Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
-quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún "lo siento"
o el sonido de "se ha equivocado" en el teléfono-,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.
     
Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,
     
una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,
     
que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.
     
Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?
     
Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.
     
Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.
Todo principio
no es mas que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.

Amor a primera vista - Wislawa Szymborska

11/22/2011

¿Dónde estarás?

Ató todos los cabos. Abrió su ordenador. Encendió un cigarro. Reflexionó levemente sobre el vértigo. Miró la viejas fotos. Leyó aquellos textos que un día, él, escribió pensando en ella. Miró el infinito. Una vez más, pensó sobre los motivos. Y las razones. Y las causas.  Y toda esa mierda. Ya era demasiado tarde para todo. Para todo. Apagó el cigarro. Cerró el ordenador. Estaba triste. Pero acostumbrada. Fué hacia la cama. Le vió a él. No quiso despertarle.
Y aprendió a vivir acostumbrándose. No queda otra.

11/18/2011

Recuperar la consciencia

Nos levantamos temprano. Desayunamos. Nos bañamos. Vamos a trabajar. El coche va solo, automático. No pensamos. Simplemente nos dejamos llevar. Como robots, lo hacemos todo porque TENEMOS que hacerlo. No porque queramos. Ni siquiera hemos pensado si realmente querems hacerlo. No pensar. Sólo actuar. Obedecer. ¿Y si empezamos a pensar en lo que hacemos? ¿Por qué no retomamos la consciencia de lo que realizamos con nuestras vidas? Los momentos de crisis son los mejores para volver a renacer. Nos dijeron que debíamos estudiar, conseguir un trabajo fijo, comprarnos una casa y un coche. Emborracharnos el fin de semana. Tener un iphone. Aparentar ser felices. Ver telebasura. Romper con todo. Es el momento. Piensa. Y después actúa. Tira lo que no te sirve. Huye. Y haz, por fín, lo que tú quieres hacer.

11/17/2011

El atardecer



Atardece sobre el DF igual que una llamarada que cae sobre los sueños que forman la vida.
Atardece sobre el DF en medio del olvido y un teléfono móvil sin cobertura ni mensajes en el contestador.
Atardece sobre el DF: Te dejo una mirilla, por si algún día quieres prestarme tu mirada.






11/16/2011

Sobre las elecciones en España

Un día, fui a comer a un restaurante, me senté en una mesa que estaba cerca de la cocina
y ahí pude escuchar a un cocinero, había convocado a una asamblea a la codorniz, al faisán, al gallo, al cerdo, etc.
Y reunidos en asamblea el cocinero anunció:
“Los he reunido aquí, en esta asamblea, para pedirles por favor que voten con qué salsa quieren que los cocine”; los animalitos se vieron entre ellos angustiados, y del fondo una gallina, una gallina valiente, levantó una de las alas e intervino: “perdón, dijo, yo no quiero ser cocinada”.
El cocinero demócrata, sobresaltado y autoritario respondió:
“¡Eso, bajo ninguna circunstancia está en tela de discusión, si los he reunido aquí es únicamente para decidir con qué salsa quieren ser cocinados”. Y así, nuestros gobernantes cada día de elecciones, nos convocan a votar y nos dicen lo mismo:
“Y tú, ¿con qué salsa quieres ser cocinado?”

Fábula de Eduardo Galeano

11/13/2011

Un pingüino en Acapulco

Amanezco con una resaca considerable. El sol brilla de forma excesiva. Protegido por unas gafas de sol, y cargado con una maleta roja en la que cabe lo justo, me dirijo a la estación de autobuses. Destino: Acapulco. 4 horas de camión que me paso durmiendo.
Mucha gente me ha desaconsejado el viaje. En Acapulco las cosas andan bastante revueltas. El narco campa a sus anchas, y el ejército se muestra impotente e incapaz. Aún así decido jugármela. Necesito mar, y este es el más cercano al DF.
Me recogen unos amigos, y lo primero que hacemos es encerrarnos en una cantina y contarnos la vida entre chelas y caballitos de tequila. Tengo una amiga que es veterinaria. Tiene su propia clínica. Hace unos meses, cuando estaba a punto de cerrar, aparecieron tres tipos por la puerta. Le dijeron que tenía que acompañarles. Sus dudas se disiparon cuando le enseñaron sus pistolas. Le taparon los ojos y le llevaron a una camioneta negra. El camino fue largo. Cuando llegaron le quitaron la venda y se encontró con una mansión imponente. Le llevaron a uno de los edificios. Hacía mucho frío. Allí se encontró a un hombre vestido de negro. En el suelo, tendido, había un pingüino. El hombre de negro le dejó clarito el trato: o lo curas,o lo curas. Mi amiga, evidentemente, no había visto un pingüino en su vida. En Acapulco el clima es tropical. Al final consiguió curarlo.
Dentro de lo trágico del asunto, la historia, real como la vida misma, supera los límites de la realidad.

11/11/2011

Una piedra roja y otra de color verde. La brisa del mar. Y despertar de golpe. Sueño con autodestruirme. No supe conservarte. Memoricé tus caricias en mi corazon, para poder volver a sentirlas con solo arrancármelo. Las vías del tren están demasiado cerca. Ya casi puedo oirlo. La vida es sólo para aquellos con mucho aguante, o con gran capacidad de autoengaño. Los golpes duelen, sobre todo cuando van directos a la boca del estómago. Una azotea sin dirección postal. El viento que moja mi cara mientras pienso en todo lo que pasó. La odisea de ser uno mismo cuando eso se convierte en algo doloroso. Mandé mis recuerdos, como si fueran postales, y quizás alguien, algún día, llegue a leerlos. Yo sólo les pido a los demás que no hablen de mí. Que se olviden de que existí. Con eso me conformo.

11/07/2011

El vacío

Desde una cama de amor deshabitada.
Deshecha como el peso de los años en mi espalda.
Conciso en mis pensamientos,
como si hubiera perdido el sentido de lo que hago.
Aterido y solo, en medio del frío que alienta mis suspiros.
Así, como si nada hubiera pasado
Como si solo fuera un espejismo
Hacia una ventana que no existe.
Asi me encontraras cuando regreses.
Vacío, como los días sin ti.

11/04/2011

Cartas desde el DF (parte II)

Tomar unas chelas en Coyoacan. Ver llover sobre la plaza. Al lado, un tipo canta viejas canciones mientras dos borrachos se abrazan. Ponga otra chela, otra Pacifico. Una arrachera para cenar. La movilidad en el Df  es un gran problema para alguien que viene de un lugar bastante más pequeño.Tras la cena necesito que alguien me acerque a casa (pegar un aventón, que aquí lo llaman). Un amigo se presta. Supone una hora en coche, y porque ahora no hay atascos. Tráfico si que hay. Y gente. Siempre mucha gente en todos lados. Mi amigo pone la radio y suena Vetusta Morla. Acústico y entrevista en la radio. También andan por aqui Joaquin Sabina y Nacho Vegas. Creo que estamos todos.
Mexico es todo un contraste. Puedes encontrar el mayor lujo y riqueza, y al mismo tiempo la pobreza extrema. Estuve en Polanco y en La Condesa. Barrios completamente europeos. Despues fui a la villa,  a ver a la Virgen de Guadalupe, al Mercado de Sonora, a los barrios donde la vida es otra cosa. Encerrado en el enésimo atasco escribo esto, con 7 horas de diferencia, mientras en  Europa solo se habla de crisis y aquí se habla de esperanza.

11/03/2011

Cartas desde el DF (1)

Aterrizar en el DF y desayunar unos tacos. Previo atasco, claro. Vencí al jet lag, al smog, al mal de altura y creo que a la venganza de Moctezuma, al menos de momento. Trato de seguir el ritmo y adaptarme a una ciudad que es intensa en todo, en su comida, en su trafico, en su gente, en su luz. Cientos de coches bloquean las avenidas mientras  yo miro por  el vidrio del auto a unos niños que piden dinero en un semaforo. Doy un largo paseo por el barrio de Coyoacan, donde se respira cultura, y donde los indignados del sur han plantado sus tiendas de campaña, siguiendo lo que un día empezamos en una plaza llena de Sol. El 2 de noviembre se celebra el dia de muertos. La gente elabora sus altares, llenos de luz, para recordar a los ausentes. Y yo, a 9000 kilometros de distancia, recuerdo a los mios.