que leas esto. saltar contigo. ver una película cada día. descubrir lo que escribió la japonesa al policía en el final de Babel. hacernos fotos raras y extrañas. escribir y que nadie entienda nada. lanzar tantas piedras contra tu ventana que acabe rompiéndola. aprender a hacer tortilla de patata. tener más camisas a cuadros. comer comida japonesa una vez al día. volver a Tokyo varias veces cada década. que te siga gustando que esté loco.
y colonizar las salas de espera de los aeropuertos de medio mundo. sí, sobre todo esto.
4 comentarios:
hay hay hay hasta siento que el corazón me late más rápido...
Cuántas cosas queremos... ¿cosas imposibles? ¿O sueños que se pueden cumplir?
Ojalá sea lo segundo, ojalá sea siempre lo segundo.
¡Mucha suerte!
V
las esperas en el aeropuerto son los mejores momentos para colonizar corazones.
¡Qué bonito el blog! y qué bonito post! un abrazo!
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