Uno. Llevar un papel arrugado en las mejillas. Lleno con un verso que no debí escribir. La noche como excusa y tanto calor pendiente de enfriar. Dos. El viaje cuaderno que te espera en la mesilla. Abandonado pide que le hagan caso. Que vuelvas a escribir el nombre de ella en alguna de sus páginas. Aunque termine estando en una línea torcida. Y el mes de octubre como excusa para encontrarte.
1 comentario:
me llegas al alma!!!!
te lei y relei y me sigo encontrando en tus letras....
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