7/20/2011
¿Y si no hubiera nada al final del camino?
Volver a casa un martes de madrugada. En taxi. Y no encontrarte. Parece evidente que algo falla. Quizás, sólo quizás, fuera necesario arreglarlo. Será que te echo demasiado de menos. Demasiado. Y evidente para todos. A lo mejor no quiero que te vayas. Ni un solo día. Pero quizás deba esperarte. Y lo más importante: que sepas que te espero. Como quien sabe que no tiene nada que esperar en la vida más que a ti. Total, ya lo hice durante muchos años. Mejor ni te digo cuantos. Sólo esperar. Será que la vida es sólo una gran sala de espera. Hacia ningún lugar. O hacia un lugar mejor. No me importa. Y sé que a ti tampoco. Sólo sé que te voy a esperar. El tiempo que haga falta. O quizás más.
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4 comentarios:
Tal vez en otra gran sala de espera haya alguien esperando por ti.
Un beso.
O quizas quien no se quiere ir, no se va.
Saludos para vos.
Es mejor ser feliz en la inmovilidad a hacer ningun camino
En cualquier caso siempre hay que tener presente que hay personas que no se merecen nuestra espera... aunque nos duela, es así, yo estoy en proceso de tachar de mis pensamientos "gente que me ha demostrado que no merece la pena", quizá sea también tu caso y quizá lo sepas y aun así no puedas evitarlo...
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