En los periódicos. En el bar de la esquina. En la pintada del muro que hay frente a casa. En todas las conversaciones. En los telediarios. En la vida en general. En la política. En las instituciones. En las poesías y las canciones. En todo. En ti. En los azules y en los grises. En las cosas que tuvimos y las que tenemos. En todo. Parece que son malos tiempos, que el pesimismo está aquí para quedarse.
Y bien. ¿Por qué no empezamos por nosotros mismos y sonreimos más?
1 comentario:
Estoy de acuerdo, a sonreír hasta que la cara duela.
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