1/02/2013

EL TRABAJO MÁS AGOTADOR DE TODOS LOS TRABAJOS

Mario tiene 28 años, una carrera, dos master y tres idiomas. Si alguien le pregunta a qué se dedica, su respuesta es clara: "A buscar trabajo". Ha sido becario tres veces, ha trabajado de reponedor, socorrista, camarero y botones de hotel. Ahora, ni eso. Se levanta temprano cada día y lo primero que hace es encender el ordenador.  Visita las 4 o 5 páginas de búsqueda de empleo a ver si encuentra algo nuevo. Revisa el teléfono varias veces, para comprobar que la cobertura y la batería están a tope. Llama a ese amigo de un amigo que le han dicho que, quizás, pueda tener algo para él. No ha habido suerte, dice que es un mal momento. Y tanto. Tras esta primera tanda se prepara el desayuno y echa un vistazo a las noticias en el televisor. Habitualmente termina apagándolo enfadado. Sus problemas no son los mismos de los que hablan los políticos. Respira hondo y llama a las 4 o 5 ofertas a las que ayer envió su currículum. Algunos le cuelgan, otros ni responden, y algunos que sí, que lo han recibido, y que ya le llamarán. Como si le estuvieran haciendo un favor. Vuelve a buscar en las páginas de Internet. Prueba diferentes combinaciones de lo mismo. No hay novedad ni respuesta. De vez en cuando un halo de decepción y tristeza llega a su garganta. Son muchos días ya. Buscando y buscando. Decide llamar al tipo que le entrevistó el otro día y quedó en darle una respuesta. Dice que lo siente, que eligieron a otro. Pero que le tendrá en cuenta para el futuro. ¿Futuro? ¿Qué futuro? Se quedas con ganas de contestarle. Las dudas, cada día más, le asaltan. ¿Habré hecho algo mal? ¿Tan inútil fue lo que estudié? Y entre dudas y llamadas se pregunta si algún día acabará todo esto.
Su novia, Marta, está igual que él. Ahora de becaria. Por 270 euros al mes trabaja de 8 a 3 en una oficina. Le dicen que es becaria, pero en realidad hace el mismo trabajo que sus compañeros que ganan 1200 euros al mes. Sabe que cuando acabe su beca le echarán y pondrán a otro en su lugar. Como si fuera una cadena. Licenciados se van pasando la beca unos a otros. Las empresas ni se plantean contratarles, ¿para qué? Si como becarios les pueden pagar 4 veces menos y sin ningún derecho. Cada 2 o 3 meses echan a uno de los fijos y lo sustituyen por un becario. Si siguen así, de aquí a 2 años la empresa estará formada solo por jefes y becarios.
Marta y Mario sueñan con irse de vacaciones. Lo de vivir juntos ni se lo pueden plantear. A fin de mes, incluso sueñan con ir a cenar a un buen restaurante italiano, de esos con velas en las mesas, e irse luego al cine. Todo un lujo para ellos durante todo el 2012.
Probablemente vengan tiempos mejores. Probablemente. Pero hasta que lleguen, no solo les han robado la vida, si no que también les han robado la posibilidad de soñar. Quizás algún día consigan un trabajo y un sueldo dignos. Seguramente fuera de España, ya que para el año que viene planean marcharse. Entonces podrán hacer una vida. Pero nunca nadie podrá devolverles los sueños que un día, cuando eran jóvenes, no les dejaron tener.