12/31/2009

y pedirle al 2010

Se nos acaba el 2009, y os deseo que en el 2010 la vida os sorprenda de vez en cuando. Que el tiempo no vaya demasiado deprisa. Que alguien os escriba unos versos en un papel y os lo deje por sorpresa en el bolsillo derecho de vuestra chaqueta de invierno. Que os regalen una bufanda a rayas. Que abráis botellas de vino y os sepa a gloria bendita. Que os quieran y os deseen, a partes iguales. Que el autobús espere a que lleguéis. Que alguien susurre vuestro nombre a la almohada antes de dormirse. Que gane vuestro equipo cada día, o al menos que no pierda. Que se paren todos los taxímetros y se mueran los calendarios y los relojes. Que os mojéis bajo la lluvia y no sólo no os importe, si no que además os haga felices. Que saltéis sobre los charcos. Que recuperéis la sonrisa. Que os emocione al menos una canción. Que viajéis a algún lugar lejano y una mañana encontréis la calma. Que os abracen. Que os hagan el amor. Que alguien os prepare un zumo de naranja al menos una mañana. Que alguien riegue las flores que todos lleváis dentro. Que la primavera dure lo suficiente. Que os emborrachéis. Que el olvido no lleve vuestro nombre.
En definitiva, que seáis felices.
Al menos por un rato.
Salud!

12/30/2009

será...

Hay algunas canciones que te dejan en estado de K.O. desde la primera vez que las escuchas.
A mí me pasó especialmente con ésta, desde que se la escuché por primera vez a Vicky Gastelo hace ya unos cuantos meses.
Aquí la tenéis cantándola junto a Rebeca Jiménez el otro día en el Búho.
Escuchadla de principio a fín, porque de verdad que merece la pena.

12/28/2009

El castillo

En el mapa parecía sencillo. El castillo estaba claramente indicado. No había pérdida y, sin darle mucha importancia, echaron a andar cuesta arriba.

De pronto empezó a llover. No importaba, siguieron andando. Pensaban que estaban muy cerca.

Hacía frío, pero tampoco le dieron importancia. Ya estaban llegando.

Pronto empezaron a darse cuenta de que la práctica tenía poco que ver con la teoría del mapa (suele pasar).

Ya llevaban varias horas andando. Había señales que indicaban el castillo. Seguían la indicación, pero el castillo no aparecía por ningún lugar. Empezaron a acordarse de Kafka

Llegaron a un mirador. Bien. Aquí podremos darnos cuenta de dónde estamos, pensaron. Situaron de nuevo el castillo. Estaba al lado. Prosiguieron el camino.

Volvieron a andar cuesta arriba. Los adoquines ya hacían mella en sus suelas. Les dolían los pies, estaban empapados, y no había manera de llegar. Pero no querían parar, ya era una cuestión de orgullo. Creían que entre los dos lo encontrarían, buscando en el mapa, preguntando y tratando de guiarse.

Seguían andando y subiendo cuestas. Preguntaron a la gente. Está aquí al lado, giren por allá y sigan.
Pero nada, no había manera.
La frustración se apoderó de ellos. Y Kafka, también Kafka se apoderó de ellos.

Y de pronto, 5 horas después, apareció.
Por fín encontraron el castillo.

Y se dieron de cuenta de que aquel día habían aprendido una gran lección.

Lo hicieron, porque no sabían que era imposible.

12/25/2009

1817 kilómetros

Solsticio de invierno. Aeropuertos nevados.
Tarjetas de embarque. Colas interminables y voces indescifrables por megafonía.
Turrón de chocolate para desayunar. Sólo 9 días más.
Una foto de mamá.
Encontrar el olvido y aprenderse el camino.
Un ordenador que acorta distancias.
Y contar los días que quedan. Uno detrás de otro.
Desde la distancia.
Y el tiempo de espera se seguirá haciendo eterno.

(Viena)

los malos se hacen buenos

Es lo que tienen estas fechas.


12/23/2009

más guapa que cualquiera

Una mañana iba a trabajar en el autobús. Le acompañaba Yann Tiersen en los oídos y el cielo no era azul. Miraba por la ventana buscando el horizonte, pero no lo encontraba. Alguien debía jugar a esconderlo.
Entonces miró al frente y la vió, más guapa que cualquiera.
Se le quedó cara de gilipollas, o eso me contó.
Al rato se dió cuenta de que debía ser muy niña (no sé, 16 o 17 años). Sí, parecía una canción de Ismael Serrano.
Desde entonces trazó un mapa de rutinas para encontrarla cada mañana. Sabía que la vería si tomaba el autobús de las 7:45. Más tarde no. Todas las mañanas se duchaba deprisa, salía a medio vestir, corría tras el reloj y la encontraba. Y ponía su mejor cara de gilipollas. Ella era muy puntual y llegaba de las primeras al instituto. Si una mañana se dormía y no la veía, era como si le faltara la cafeína del despertar.
Durante dos años vivió esa rutina cada día. La vió hacerse algo más mayor, crecerle el pelo, cambiar su forma de vestir....
Incluso alguna vez se planteó si debía tener algún problema psicológico o si la chica debía pensar que estaba tarado y era un psicópata. Nos lo contaba entre cañas y nos reíamos de él. Pobre.

El otro día le encontramos especialmente triste.
Qué te pasa, le preguntamos.
Y nos respondió que sus rutinas habían cambiado y ya no podría volver a ver a la chiquilla nunca más. Que sus encuentros, a partir de entonces, ya no dependerían de la Empresa Municipal de Transportes, si no del destino.
Aquella noche nos hicimos más viejos, y bebimos junto a él, como casi siempre: para recordar. Y todo siguió pareciendo una canción de Ismael Serrano.
Afuera nevaba sobre Madrid. Y algunos se preocupaban por la crisis mundial.

12/22/2009

busco trabajo

Hola,

a partir de hoy me quedo en el paro. En vista de que la cosa está muy chunga, voy a probar a ver si esto del blog sirve para algo.

Si alguien me quiere contratar, para hacer cualquier cosa y en el lugar geográfico que sea, que me mande un mail al correo que viene a la derecha.
Soy licenciado, tengo un master, y soy alto.

Si me veis tocando en el metro, o pidiendo en la puerta de una iglesia, también os agradecería que me echárais unas moneditas.

Gracias.

pértigas

Escribo desde una mesa y un ordenador a los que no voy a volver nunca más. Tengo un montón de papeles que recoger y tareas pendientes que realizar. Trato de convencerme de que esto es lo mejor, pero me da miedo. Y me siento como un saltador de pértiga antes de hacer el salto.
A partir de ahora todo será distinto y estaré en otro lugar. Aunque aún no sé cuál. Y digo adios a las rutinas que aprendí, sin saber lo que va a pasar.

12/16/2009

un día, de diciembre



He resistido una invasión enemiga. Conseguí autoarreglarme varios desperfectos. Me dejaron sin luna, pero me conformé con las estrellas. He aprendido a volar sin alas. Trazé los mapas de lugares lejanos, y soñé con ellos. A ratos fuí moderadamente infeliz. Me mudé de piel. Llegué tarde a varias citas. Aprendí a cocinar en tus entretelas. Conseguí ser capaz de dormir en paz. Amé en algunos ratos libres. Me aprendi de memoria el camino de vuelta a casa. Hice caso omiso a las señales. Y así me fué.
Pero ahora tracé el objetivo de volver a ser. Y abrir nuevas puertas. Vestir nuevos trajes. No estaré triste. Sé que me espera algo mejor.

Ya te contaré.

cuadradorredondo

qué bien nos lo pasamos aquella tarde.

Carlos Siles - Cuadradorredondo from Mundoactua on Vimeo.

12/13/2009

la única manera de salvarme

Bórrame de tus ojos.
Aprende a decirme adios.
Rompe lo que te escribí.
Sonríe (si puedes).
Sácale punta al olvido.
Mastica todo lo que te dije.
Trágalo.
Y que no vuelva fuera.
Fúmate los besos
que un día me dejé
olvidados en tus bolsillos.
Sí, podrás hacerlo.
Diles que me fuí.
Despídeme.
Compra un billete de ida.
Olvídame.
Párteme en pedazos.
Y después.
Bárreme.
Y me vuelves a olvidar.

Será la única manera de salvarme.

12/11/2009

...............

Me quedo a vivir en medio
de canciones que matan.
Respiro niebla en la mañana
mientras le digo adios a la tormenta.
La noche en que fuí vagabundo
en un hotel de 5 estrellas.
Fué la misma noche en que recordé
que tenía que olvidarte de una vez.

Pero no me lo creí.

A la mañana siguiente perdí
todo aquello que no podía perder.
Aunque a veces parezca mentira
se acaba convirtiendo en realidad.
No habrá un capítulo para tí
en ningún lugar de mi biografía.
Y todo porque me olvidé de mí
el día en que te encontré.

Pero no me lo creí.

12/09/2009

Rutinas bipolares

Un día estás disfrutando de las últimas horas de un puente eterno, sumergido en una rutina de películas bajo la paz de una cobija y palomitas recién hechas. De abrazos reparadores en un balcón con vistas a los tejados de Madrid, de charlas eternas en la madrugada de un piso por el que pasó una fiesta en forma de huracán. De fanta naranja y camel natural flavor sentados en un suelo de madera, de planes y promesas de futuro que se disfrazan de urgentes al verse reflejados en unos ojos. Y duermes plácidamente, en medio de una cama llena de paz.

Pero al día siguiente abres la ventana y ves al otoño disfrazado de invierno. Te escondes detrás de la niebla para que no te descubra la prisa de los días. Tratas de calmar tu pecho, pero a veces nada es suficiente, y te descubres a punto de matar a alguien (problemas del trabajo de atender a gente). Te lloran los ojos frente a la pantalla y sientes que el reloj viaja en trenes de alta velocidad. El teléfono suena a pesadilla igual que el despertador cuando rompe un sueño. Huyes, gritas, y te tambaleas. Pero nadie te escucha.

Entonces acuérdate de la calma que te espera en unos días.
Del sol que volverá a llenar todos los rincones.
De los abrazos que volverán a reparar tus sueños.

12/06/2009

Calma, todo está en calma

deja que el beso dure
deja que el tiempo cure
deja que el alma
tenga la misma edad
que la edad del cielo...

12/05/2009

Violento amor

Voy con un grupo de chicas que parecen sacadas de un videoclip de Pereza. Entramos en un edificio abandonado en Malasaña (justo en la plaza que iban a bautizar con el nombre de Antonio Vega). Llevamos alcohol.
Está todo oscuro. Entro en una de las habitaciones con una chica (a esta la conozco, al resto no. Ya le diré a ella quién es). De esta parte, la más interesante, no recuerdo nada en concreto.
De repente la acción se sitúa en el salón. Dos policías municipales entran a la casa con linternas. Les dicen a las chicas que se queden ahí y no se muevan. Salen un momento fuera, no sé por qué.
Una de las chicas encuentra una pistola en el sofá. Cuando entran de nuevo los maderos se lía a tiros con ellos. Se los carga, obviamente. Una de sus amigas le reprende. También le dispara. A otra de las que hay la dispara sin venir a cuento, no sé por qué.
Yo no sé desde donde miro la escena, pero lo veo todo.
Sin motivo aparente la casa empieza a arder en llamas.
La chica con la que estaba en la habitación, la pistolera de la muerte y yo salimos de la casa escopetados. Mierda. Cuando estamos huyendo me doy cuenta de que me he dejado dentro mi chaqueta, y en ella llevo mi cartera. Me podrían identificar. Vuelvo y entro en la casa, entre las llamas. Recupero mi chaqueta y me piro. Aún no ha llegado nadie. Soy libre. Huyo.

Siempre sueño cosas muy extrañas, pero últimamente lo recuerdo todo. A lo mejor es que lo vivo en realidad.

12/03/2009

En ocasiones veo lunas llenas

Me estreso. Hago planes. Me vuelvo a estresar. Miro el paisaje sobre los tejados de La Latina y una luna enorme ilumina todo.
Voy al estudio y aprendo. Mucho.
Despido a una amiga que se va a vivir a Australia, sin conocer a nada ni a nadie allí (con dos cojones).
Voy a la presentación de un libro y salgo de allí espantado. Demasiada gente con traje y corbata. El problema es que era un libro sobre Antonio Vega. Y dudo que muchos de los que allí estaban fueran grandes aficionados a su música. Pillo el libro que me regalan, me tomo algo con la camarera más maja de Clamores y salgo huyendo.
Los de la biblioteca municipal me mandan una carta amenazándome. Casi me dió miedo ir a devolver los libros. Joer, sólo llevaba una semana de retraso.
Subo la Calle Toledo y me entretengo un rato mirando estantes en el MaxiDía. Es curiosa la cantidad de salchichas diferentes que pueden llegar a vender.
Y vuelvo a hacer planes. A ratos me río. JÁ
Y espero que realmente te gustara lo que te escribí tanto como me gustó a mí escribirlo pensando en tí.

CAYENDO BAJO

Una vez Rimbaud le preguntó a un amigo que si era feliz. El amigo respondió que sí, que era feliz.
Entonces Rimbaud le contestó:
‘Oye… ¿cómo has podido caer tan bajo?’.

NO ESTÁS HECHA PARA MÍ

Ni para ningún otro.



Si no sabes quién es Fabián, pincha aquí.

12/01/2009

NOTAS DE AMOR

Te dejé un post-it en el bolso que decía:

"voy a sacarte a bailar esta noche
después de romper todas las farolas
con un tirachinas cargado de besos
y brindaremos en medio de la bruma
con botellas de champagne del Lidl
hasta que el sol nos saque la lengua
y nos refugiemos bajo tus sábanas"

Y yo encontré otra nota en mi cartera:

"compra pan, leche y huevos".

Pero te seguí queriendo igual. O más.

(Basada en hechos reales. Le pasó algo parecido a un amigo mío.)

ESTOY EMPEZANDO A ODIAR LA NAVIDAD Y AÚN NO HA EMPEZADO

Después de estar perdido tanto tiempo....



como el invierno en Madrid...así caeremos los dos.