Nacho Azofra se retira, y hoy ha recibido un emotivo homenaje. Muchos (sobre todo si no sois aficionados al baloncesto) no sabreis de quién se trata. Nacho no es muy famoso, ni millonario, ni tiene un gran palmarés, pero ha sido el estandarte y el emblema para casi todos los que formamos parte de la familia del Estudiantes, un club de baloncesto muy peculiar. Nacho representa como nadie los valores de Estudiantes: el deporte como algo lúdico y como herramienta para la formación integral de la persona. El deporte sin dramatismos, pura diversión, anteponiendo esos valores a las victorias y los trofeos que tanto aprecian otros.
Nacho era un genio en la cancha, y fuera de ella. No olvidaremos nunca sus triples en carrera, su peculiar forma de botar, sus pases imposibles....
Y su normalidad fuera de la cancha: yendo a los partidos en metro o en furgoneta, volviendo a los bares de siempre, paseando por el centro con el periódico bajo el brazo o en alguna obra de teatro o concierto.
Con Nacho se va alguien distinto, una forma diferente de entender el deporte y la vida. Ahora le tendremos en el banquillo, de ayudante del entrenador, y algo es algo, pero le echaremos de menos.
Muchas gracias por todo, torero.
ENLACE A LA CRÓNICA DEL HOMENAJE
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