Me largué.
Traté de buscar la paz y a ratos la encontré.
Me enamoré de la comida japonesa una vez mas.
Vi a G. cantar de cerca y descalza(y descubrir con unas cañas lo maja que es).
Estuvimos con nuestra psicóloga favorita.
Probé por primera vez el mojito de fresa.
Me quedé a vivir en Malasaña.
No me emborraché.
Conocí el parque mas bonito de Madrid (El Capricho).
Me regalaron un libro llamado "Política de hechos consumados" y me hizo mucha ilusión (Gracias L, "la chica de los zapatos con flores").
Dejé que entrara un poco de luz.
Dormí poco y mal. Me perdí menos de lo acostumbrado. Y esperé poco tiempo los autobuses.
1 comentario:
...hace poco probé por primera vez el mojito de mango, delicioso...y de la comida japonesa ya no puedo escapar...
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