Me parece que esta entrevista a Ismael Serrano debía estar en el blog. Y no sólo porque la haya hecho una amiga mía y asidua visitante de este blog (lo cual sería un buen motivo), si no porque además hay algunas frases bastante interesantes.
-----------------------------------------
EDICIÓN IMPRESA - Cataluña. Diario ABC.
«Compongo para saber que no soy el único que no mira hacia otro lado»
Tras dos conciertos en el Auditori en junio, Ismael Serrano ha regresado a Barcelona. Y ha vuelto a agotar entradas. Aún le quedan muchas canciones que cantar, muchos escenarios por pisar, muchos proyectos por empezar y en el horizonte, un merecido descanso en mayo de 2006.
BARCELONA. Dos semanas antes del concierto del cantautor madrileño Ismael Serrano en el Palau de la Música de Barcelona (que se celebró ayer sábado), las entradas ya se habían agotado. Volaron, como en el resto de los conciertos de la gira de su sexto disco, «Naves ardiendo más allá de Orión».Ha vuelto a Barcelona, y lo que queda. A partir de enero de 2006, el cantautor va a ofrecer pequeños conciertos en diferentes localidades de la provincia de Barcelona en un formato más acústico, de la mano de la Diputación de Barcelona. una nueva oportunidad para disfrutar del directo de este músico que hace unos años iba de bar en bar con su guitarra al hombro.
-Entradas agotadas para el Palau ¿Siente «vértigo»?
-Pues sí, sí se siente «vértigo». Todo lo que ha ocurrido desde que empecé a tocar en los cafés de mi ciudad intentando compaginar la música con la carrera que estaba estudiando... Uno es consciente de la deuda que tiene con la gente que hace posible cumplir este sueño: toda la gente que, desde aquel primer «Tarantos» que hicimos en Barcelona nos acompañó en este viaje, después, en «El Llantiol», luego en la «Sala Apolo», o en el Palau. Empezamos tocando en pequeños lugares, pero soy conscientede que soy un privilegiado en muchos aspectos y eso sí me hace sentir vértigo.
-Cantaba de bar en bar. ¿Qué queda de aquel Ismael?
-Creo que casi todo. Soy muy consciente de que casi todo lo que he aprendido lo he hecho en aquellos pequeños escenarios. De hecho, he tratado de transmitir esa complicidad, ese diálogo que se genera en esos pequeños cafés a los grandes auditorios, y así trataremos de hacerlo en el Palau. En esencia, sigo con las mismas convicciones, los mismos principios, la música sigue siendo para mí esa misma terapia que me llevaba a cantar en aquellos primeros conciertos, aunque quizá uno haya ganado en desencanto en algunos aspectos. He cambiado en algunas cosas porque he aprendido. La vida es un aprendizaje y este oficio, también.
-¿Hace una crónica sentimental del tiempo que vivimos?
-Todo músico tiene el deber de ser permeable y estar atento a la realidad. No solamente el músico, sino todo ser humano. Somos animales sociales casi por definición, y eso nos hace estar atentos a la realidad, a la más inmediata y a la más lejana. A veces, uno reivindica en las canciones un espacio de calma para reparar en personajes cotidianos, en paisajes cotidianos, en los que no nos solemos fijar, en los que a veces esas historias encierran una épica y una poética que no siempre somos capaces de ver. Creo que una canción de autor es precisamente ayudarnos a encontrar la poesía que hay en «aquellas pequeñas cosas», como decía Serrat, esas cosas cotidianas que son más importantes de lo que creemos.
-¿Podría hacer una crónica sentimental de 2005?
-Hablaría de la necesidad de dejar de lado cierta crispación que desde ciertas parcelas políticas, las de la derecha más retrógrada, se trata de transmitir a la ciudadanía que no responden a la realidad. La labor del político es distender precisamente esas tensiones y a veces, uno percibe un cierto revanchismo por parte de los que han perdido el poder en esta última legislatura. Ésta sería una crónica, no sé si sentimental, pero más política, sería difícil hablar de sentimentalismo cuando se habla de la política actual. Hay que ser consciente de cuáles son las necesidades reales de la gente de todo el planeta, ser capaz de romper esa burbuja que en muchas ocasiones nos aísla y entender que las tragedias, las alegrías y las esperanzas de la mayor parte de los seres humanos y de los pueblos son prácticamente las mismas.
-¿Remueve conciencias a través de sus canciones?
-Me parece bastante vanidoso componer para remover conciencias. Compongo para saber que no estoy solo. Para saber que no soy el único que no mira a otro lado. Se trata de generar espacios de encuentro entre gente que se hace muchas preguntas.
-Después de la gira, ¿habrá un tiempo para el descanso?
-Sí, es lo que viene. Cuando terminemos la gira por abril o mayo, vendrá un momento de calma, un momento de reflexión, donde uno no solamente dedicará tiempo para preparar el próximo proyecto musical, que me lo tomaré con más calma, sino también en otros aspectos, de recopilar un poco los textos que uno tiene por casa, investigar en otras cosas, algunos guiones cinematográficos que me apetece definir. Todo está en el aire, es como un sueño. Hay muchas historias que uno cuenta y que uno piensa en ella en términos cinematográficos. Me gustaría tratar de plasmar alguna historia, pero es algo que veo en la lejanía y conmucha prudencia, porque si bien la música no es fácil, mucho me temo que el cine es jodidamente más difícil.
TEXTO: NÚRIA CABRERA
3 comentarios:
Nuria enhorabuena, Gracias Javi.
Gracias por colgarla...
Prometo pasar la versión íntegra!
A mi la que me mola es la de Dulce y Tierna historia de amor. La escuché hace años, y por motivos que no vienen al caso, se me ha quedao marcada, jeje.
Publicar un comentario