Seguramente, las etiquetas sea una de las cosas que más odie en este mundo (casi tanto como a los tertulianos).
Los seres humanos tenemos siempre la costumbre de etiquetar todo, para poder emitir un juicio sobre cosas que no conocemos. Y eso ocurre sobre todo con la música. Le dices a alguien:
-¿Te vienes a ver un concierto de Javier Álvarez?
- ¿Y ése que hace?
- Pues.... pues.... es un cantautor.
- Ah, entonces nada, que los cantautores actúan todos con una guitarra, sentados en un taburete y cantando sus penas.
- Eso era en otras épocas. Este es un cachondo, que hace pop-rock y hasta versiones de Las Ketchupo.
- Ah, entonces es muy raro, peor me lo pones.
¿Quién no ha tenido conversaciones así miles de veces sobre música, cine, literatura, etc.?
Tras años y años de profunda reflexión sobre el papel que las etiquetas ocupan en nuestras vidas llegué a la conclusión de que sólo sirven para dos cosas:
-Para colocar los discos, pelis, libros y demás en las estanterías de las tiendas.
-Para que la gente opine sobre cosas que no conoce.
Malditas etiquetas. Ojalá se murieran todas.
Y ala, os dejo con una bonita canción de Los Ronaldos, que se me ha metido en la cabeza y que no puedo parar de tararear:
3 comentarios:
¿Que las etiquetas sirven para colocar los discos, pelis, libros y demás? Díselo a El Corte Inglés. Ir a buscar algo a esta tienda es como buscar una aguja en un pajar, por favor. Creo que su criterio para poner etiquetas es... es... es... inclasificable.
JAJAJA! Lo hacen para que no tengamos más remedio que "Disfrutar" de su exquisito trato personalizado.
Muerte a las etiquetas!!!
Este mes pasado tuve la oportunidad de disfrutar a Javier Álvarez en el Chami -que ya tocaba-y estuvo genial... aunque no sabría decir si él se divirtió aún más que nosotros.
podrías haber dejado una canción de javier... tengo ganas de volver a verle en directo... me lo pasé de cine la última vez :)
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