6/24/2007

NÚMERO 5 (SIEMPRE VOLVIENDO A EMPEZAR)

Cuando tenía 5 años, mis padres decidieron que dejáramos de vivir en Móstoles y nos trasladáramos a Madrid. Mis vagos recuerdos me dicen que lloré mucho, ya que tuve que perder a mi primer amigo de la infancia (conocido popularmente como el chino) y cambiar todo el decorado de la película de mi vida.
Unos meses después, me tocó hacer frente a otro duro golpe: empezar el colegio. Con lo bien que vivía yo en mi mundo de cobijo familiar, todo el día con mi madre, jugando y haciendo todo lo que me daba la gana. Cuenta la leyenda que después de dejarme en el colegio tenían que quedarse un rato en la puerta, porque siempre intentaba darme la vuelta y salir corriendo. Mi hermano todavía recuerda las broncas que montaba todas las mañanas. Hace poco alguien me contó que la profesora conseguía calmarme llevándome a encender la calefacción. Si es que siempre he sido un chico fácil.
5 años después, mi familia decidió cambiarme de colegio y meterme en un colegio de curas. Aquello sí que me marcó. Desde 4º a 8º de EGB. De nuevo tuve que empezar de nuevo, perder amigos y ganar otros nuevos.
Tras esos 5 años cumpliendo condena en el colegio de curas, pasé al instituto. Esta vez al menos fué para bien. Nuevos paisajes, nuevas fronteras, ya nada es lo que era (como dice la canción).
Y de nuevo, 5 años después, acabo el instituto y empiezo la Universidad. De nuevo, empezar de cero, sin conocer a nadie, hacer nuevas amistades y acomodarse a una nueva vida. Y encima con cambio de casa y de barrio, otra vez.

Hace 5 años de ese último cambio. Acabo de terminar mi vida universitaria, que se ha pasado tan rápido como un verano feliz. Y además, tengo que hacer frente al golpe más duro que jamás me dió la vida. Y esta vez no tengo a mi madre esperándome en casa para darme su calma y su paz. Empiezo a tener miedo al número 5.

No suelo escribir post hablando de mi vida, pero esta vez se me hacía necesario.

La canción parece hecha a medida:

3 comentarios:

mc clellan dijo...

Es cierto. La vida siempre es más compleja de lo que parece, pero no hay que tenerle miedo. Es como los perros, si lo huelen estás perdido. Entiendo tu aversión a los médicos, algo para lo que, por cierto, no existe cura... Por lo menos yo no la he encontrado, y llevo un cuarto de siglo buscándola. Un abrazo.

Rodolfo Serrano dijo...

Me ha recordado, en buena medida lo que yo he vivido, en traslados y en cambios de los que, estoy seguro, al final se sale más fuerte.La vida es como dices y escribes. Pero de vez en cuando te guiña los ojos, concede una tregua.
Un abrazo

Kikediaz dijo...

Solo puedo decirte que desde esa etapa de instituto tengo el placer de contar con tu amistad y eso nunca cambiara, para ayudarte a superar el miedo y lo que haga falta