1/26/2010

Lo dejé marchar



Mientras la vida pasaba lenta y rápida. Al mismo tiempo.
Mientras todo se difuminaba.
Mientras yo miraba por la ventanilla y los paisajes se quedaban atrás. Parecía mentira. Pero no lo era.
Mientras la vida pasaba, y nosotros hacíamos planes.
Mientas un tipo tocaba el acordeón en la terraza de una cafetería de una ciudad que no era París.
A ratos sonreíamos. Pero sabía a poco.
Y nosotros simplemente éramos dos gatos encerrados entre edificios raros.
Hasta que de repente de detuvo la noria.
Y nos quedamos atrapados.

1 comentario:

síl dijo...

a mi me gustan tus fotos, tu poesía, tu forma de mirar, tu forma de contar ;)