1/29/2010

No mientas. A nadie le gusta comer solo.
Seguro que más de una vez te has sentido triste en una de esas sesiones vacías de las 4 de la tarde, a las que nunca vas acompañada.
Tampoco te vió nadie sonriendo en un vagón de metro, mientras tu mirada vacilaba entre el infinito y esa pareja que iba repartiendo amor por las esquinas.
Estoy seguro de que lloraste en tu viajes a París, Brujas y Merzouga. De que te hartas de tirar la comida que te sobra cuando cocinas los sábados. De que odias volver sola a casa.

Que no. Que a mí no me engañas. Que a nadie le gusta estar solo.
Que lo que tú tienes se llama miedo.

2 comentarios:

síl dijo...

Diagnóstico asesinato.

illeR dijo...

buff, Esto me ha tocado dentro...