5/11/2011

Todos ustedes parecen felices.

Recuperando viejas costumbres. Creo buena idea volver a compartir al menos una vez por semana algunos poemas de esos que hielan la sangre. Y les propongo algo. ¿Y si compartimos algunos poemas bonitos? Quizás el mundo sea algo mejor. Yo te dejo este. ¿Me enseñas tú alguno?

De Ángel González.

Todos Ustedes Parecen Felices

…Y sonríen, a veces, cuando hablan.
Y se dicen , incluso,
palabras
de amor. Pero
se aman
de dos en dos
para
odiar de mil
en mil. Y guardan
toneladas de asco
por cada
milímetro de dicha.
Y parecen -nada
más que parecen- felices,
y hablan
con el fin de ocultar esa amargura
inevitable, y cuántas
veces no lo consiguen, como
no puedo yo ocultarla
por más tiempo; esta
desesperante, estéril, larga
ciega desolación por cualquier cosa
que -hacia donde no sé-, lenta, me arrastra.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sobre una cama helada, Raquel Lanseros.

No es invisible el modo
en que ya no te busco,
ni esta manera nueva, sin fe ni mediodía
de llovernos despacio, como gotas de hielo
de no ceder un palmo en medio del tornado.

El olvido es azul. Nunca termina
de convertirse a golpes en sí mismo.
Se mide por ausencias y papeles en blanco.

Tras su paso, el silencio
deja detrás de sí un paisaje de ruinas,
una patria deshecha e inmolada
a los grises fantasmas de la pérdida.

El ánimo rojizo de las uvas maduras
se apodera despacio de la tierra.

Te quise. Me quisiste. Nos quisimos.
Qué fácil es decirlo cuando no queda nada,
cuando ya ni siquiera recordamos
el tacto de los sueños.

Ahora que la memoria se bate en retirada,
vencida y silenciosa
como un niño sin sábado,
lo único perceptible frente a nosotros mismos
es lo que ya no existe.



Tristemente precioso.

petite beauline dijo...

se aman de dos en dos para odiar de mil en mil.


increible.

Saray dijo...

A base de lágrimas
creé suspiros.
Ya no para recordar,
ni apenas para, víctima de mí,
tomarme la conciencia a cucharadas.

Suspiré a duros llantos,
(ya ni penas)
por si expulsando aire
soplaba tus oídos.
Libres así de orgullo e indiferencia,
voltearan ellos la cabeza
y escucharan el eco de mi yo:

"Soy ésa, aquélla y la otra,
que gritaste por verla
y olvidaste escuchar."

PRECIOSO POEMA EL DE ESTA ENTRADA! :) un besito a todos, que tengan un buen día

Anónimo dijo...

Las dunas al atardecer imitan el cuerpo de Shereem
Las mismas caderas suavemente redondeadas,
la misma tonalidad de piel iluminada por el sol
que se oculta en el horizonte,
la misma serenidad en el momento de recibirme
sobre sus pechos con los ojos entornados
y una inquietante sonrisa preludio de palabras ardientes apenas susurradas.
Contemplar las dunas al atardecer
me obliga a llorar como un niño perdido
entre los muslos y los pechos de Shereem

El Mar de Jade (Alberto Vázquez-Figueroa)

Bsos
PD: si la poesía muere será porque nosotros la dejamos agonizar...

illeR dijo...

No es especialmente bonito, pero lo lei y no se por qué pensé que te gustaría....

Maneras de Matar

Hay muchas maneras de matar.
Pueden meterte un cuchillo en el vientre,
quitarte el pan,
no curarte una enfermedad,
meterte en una mala vivienda,
empujarte al suicidio,
torturarte hasta la muerte por medio del trabajo,
llevarte a la guerra, etcétera.

Sólo pocas de estas cosas están prohibidas en nuestro estado.

(Bertolt Brecht)

mc clellan dijo...

Yo también hago mi pequeña aportacion: Las revoluciones son un asunto propio, de Luis García Montero. Delicioso.