10/20/2006

ARROYOMOLINOS

Y yo, que iluso de mí, pensaba que Arroyomolinos estaba cerca, que era un pueblo pegado a Móstoles. Pues resulta que no, que la geografía madrileña te depara sorpresas cuando menos te lo esperas. Resulta que está exactamente situado allá donde cristo perdió las chanclas. Un lugar conocido también como "donde el viento da la vuelta".
Es un pueblo raro, raro, raro. Parece sacado del Sim city(un jueguecito de ordenador en el que tenías que construir una ciudad). Ningún edificio tendrá más de 5 años, las calles son estrechas, llenas de curvas, escaleras que suben y bajan, fuentes escondidas y bancos extraños. Su horizonte está sembrado de chalets adosados. Es un pueblo sin viejos y sin niños, ¿qué tipo de gente vive allí? Parece un pueblo yanki incrustado en mitad del mapa de Madrid.

Si alguien ha llegado hasta aquí, se estará preguntando,¿qué hace este tipo hablando de un pueblo escondido en medio de la nada? Pues porque resulta que mañana voy allí a un concierto de Quique González, y antes tuve que ir allí a por las entradas. Así que sirva este pequeño texto como introducción a la crónica que haré del concierto, y que servirá para darle algo de vida a este blog, que últimamente tenía demasiado abandonado, por motivos que ahora mismo no vienen al caso pero que relataré detalladamente si alguien escribe un comentario pidiéndolo.

Salud.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se me habia olvidado lo raro que era... y eso que vivo relativamente cerca (Alcorcon), yo siempre he dicho que está frente a Parque Coimbra...

Lo de las curvas... me las conozco... mi profe de autoescuela me llevaba allí a practicar curvitas... era la epoca en que empezaba con el coche... la epoca en que odiaba Arroyomolinos...

mc clellan dijo...

Es que hay quien se ahorra en señales y luego pasa lo que pasa. En general, no es la geografía madrileña la que falla, lo que que no hay manera de encontrar son los desvíos para tomar la carretera que te interesa. Todavía sigo buscando el desvío de la M-609 a la M-612 carretera El Pardo a Fuencarral. Y qué diablos, te envidio. Yo también quiero ir a ese concierto.