Fué en la Nacional IV. Abrazaba nostalgias desde el asiento de copiloto. Pensaba. Probablemente en cosas en las que no debía pensar.
Sacaba una bandera blanca por la ventanilla, pidiéndole una tregua al verano. Esperaba una respuesta que no iba a llegar.
Y de pronto tuve una revelación, que es una cosa que me ocurre varias veces al día, pero en esta ocasión era una de las buenas:
perdía el tiempo tratando de resolver un puzzle al que le faltan piezas. Y hasta ahora no me había dado cuenta.
Desde ese momento simplemente me dejo llevar, con los bolsillos llenos de piezas desordenadas, y ya no me molesto en intentar juntarlas.
Mucho mejor así.
1 comentario:
yo a veces también me siento como un puzzle de piezas que no encajan...
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