3/06/2011

Entre los estertores de una realidad empirica que no alumbra nada. En mitad de la noche y del silencio, cuando no queda nadie en la calle. Ya sabemos que tus ojos son inabarcables, como un océano, o como los días de pena. Luchamos contra la realidad y a ratos nos imponemos. Aunque no seamos lo que queríamos ser. Pero al menos somos, que ya es bastante. En todas las lavanderías me asaltan las dudas de empezar de nuevo. Sin embargo otros dias preferiría quemar el pasaporte que me saca de las fronteras de esta cama. Somos algo porque somos más de uno, porque así aprendemos a huir de estar solos. Cansados de amores de día y medio, que más que amores son un crucigrama. Aprendimos a desandar lo andado. A doblar los mapas. Cosimos a nuestros bolsillos el pensamiento positivo. Y empezamos a creérnoslo. Como mandamientos. Tengo unas alas y un gps, nada me puede parar. Lo insondable se queda detrás. Y pienso pasar varios meses procastinando en la playa de tu vientre.

2 comentarios:

Clementine dijo...

Tienes una manera de escribir que me hace sentir cada palabra. Increible, me lo guardo.
:)

Anónimo dijo...

Desgarra...no sé como lo consigues, ves por este tipo de escritos te he dado el premio, no sé como agradecértelo, así que ese premio es una chorrada, pero valga por esto otro : cada vez que te leo me sabe a poco...

Besos de admiración