Barrio y Familia me parecieron muy buenas películas. Los Lunes al Sol me pareció grandiosa. Películas llenas de crítica social, humor negro y una mirada a la realidad que el cine español necesitaba.
Con Princesas, la cosa empezó a flojear. Aún así, no pasaba nada, un tropiezo lo tiene cualquiera.
Pero lo de Amador no tiene nombre. La vi el otro día y me dejó sin palabras. En primer lugar: lenta y aburrida como ella sola. En segunda lugar: a la media hora, la película ha terminado. Ya no le queda nada que contar. Y recurre a una historia completamente absurda y de ciencia ficción para llenar el resto de metraje. Primero descartamos la opción del cine social: resulta que retrata a la inmigrante protagonista como una absoluta zopenca. Una irresponsable capaz de cualquier cosa para ganar sus 500 euros al mes, y que soluciona todos sus problemas en la iglesia, rezándole a dios. Magnífica vision del colectivo inmigrante, sí señor. Después nos planteamos la opción de "si no es cine social, quizás pretenda hacer humor negro", especialmente por la musiquita absurda que acompaña a toda la película. Pero no, resulta que la historia no tiene ni pizca de gracia.
Una pena. Este tipo prometía mucho.
Tras Julio Medem, otra gran pérdida para el cine español.
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