Me he levantado a las 8 de la mañana, con una resaca a cuestas y teniendo por delante un viaje en carretera. Pero merecía la pena. Ver jugar a una selección como la que tenemos en baloncesto es un auténtico lujo, y todos los que amamos el deporte de la canasta hemos disfrutado de un partido histórico, del que hablaremos dentro de muchos años. Ha sido una auténtica gozada. Unos han ganado el partido, pero los triunfadores han sido otros.
P.D: qué grandes Carlos Jiménez y Felipe Reyes. Dos productos de la cantera de Estudiantes, demostrando lo que aprendieron: coraje, garra, y no dar por perdido ni un solo balón.
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