3/01/2010

Fuí feliz.

Era el primer día de marzo.
Corría bajo la lluvia, pisando charcos.
Pasaba media hora sobre la medianoche.
La música tronaba mis oídos.
Sonreí.
Y pensé.

Y me dí cuenta de que era feliz.
Al menos por un instante.
Y fué una agradable sensación.

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