Yo, que tanto te quise
y a ratos hasta te llegué a amar.
Yo, que escribí tu nombre en crucigramas
y en billetes de tren a ciudades feas
y en cartones de pizza del día anterior
y en cartas del banco
Yo, que te busqué en guía telefónicas
facebooks, twitters y tuentis
cuando aún no tenías nombre
y aún no te habías quedado
a vivir dentro de mí
Yo, que hice puenting por tus caderas
blasfemé ante tu sonrisa
y cociné el mejor plato del mundo
usando como ingrediente tu boca
Yo, el que te mira ahora
dormida mientras alumbras las sábanas blancas
y tus párpados llenan de luz
a los comercios de este barrio del centro
Te digo adios.
Y sé que algún día lo entenderás.
3 comentarios:
Una entrada que me deja vacía, pero espero que a ti te llene de paz.
Besitos
RE-LINDO.
Un beso.
Wendolina.
me lleno de amor al comenzar a leer...me senbto identificada y el final...llena de lagrimas me parece(con todo respeto) cobarde, no se abandona a la gente, el el dolor mas grande del mundo, quedan mil porques y te carcome la vida.
te dejo un beso y un abrazo
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