11/09/2010

breve, caduco, efímero, fugaz, pasajero, transitorio, corto

Y de repente, un día, algo hace un click en tu vida. Igual que cuando se enciende un interruptor. Las cosas se arreglan, del mismo modo que se estropean. Uno es feliz, y un día llega la tristeza. Igual que algunos días empieza a llover, y habitualmente te pilla en medio de la calle. Pero no importa. Porque sabes que te secarás. Y si te pillas una pulmonía, tampoco pasa nada, ya se curará. O no. Qué demonios importa.
El caso, es que un día comprendes que todo está de paso. Que todo llega y todo tiene un final. Que todo empieza, y todo acaba. Algún día, tú también te acabarás. Igual que este blog, que el amor que sentiste un día por quien no debiste sentirlo, o igual que el plato de pasta carbonara que te salió estupenda el sábado pasado. Así es. Y mientras, a uno sólo le queda disfrutar el momento. Eso nos queda.

6 comentarios:

sinmi dijo...

Lo único que falta es aprender a hacerlo. Y me da a mí que no es tan fácil...

Carpe diem (aquel que pueda!)

kika... dijo...

nos queda eso.

y no es poco.

besos!

Wendolina. dijo...

Disfrutar el momento,ese es el pilar de mi filosofía de vida, claro que sí.

Pues eso , a disfrutar¡¡

Un beso.
Wendolina.

Anónimo dijo...

Nos queda el momento, el presente.. es mucho, muchísimo para desaprovecharlo con miedos o egoísmo por el futuro; no es conformarnos, es VIVIR..

Muy buena la entrada
Te invito a mi blog, a ese conglomerado de locuras a las que aportarías algo de orden con tu cordura...

http://unarameraunabombayuntemporizador.blogspot.com

Besos

síl dijo...

sólo? pero si nos queda eso!!!! lo malo, no darse cuenta... pero, vamos aprendiendo, verdad?

Paula dijo...

"Disfrutar del momento"... ese es el plan... pero incluso eso se hace difícil a veces...