Sin billete de vuelta, con miradas perdidas. Besos de papel para echarte de menos. Ferias de pueblo y despedidas que nos vuelven más viejos. Mañanas de playa y kioskos cerrados. Llamadas que nunca llegan. Buzones de voz entrecortados. Estrellas fugaces y relatos cortos que nunca tienen final. Noches regadas en vino, que acaban felices. Cuerpos separados que nunca se unirán. Aprender que existe lo imposible. Amaneceres que me cierran los ojos, que se cansan de esperarte.
Y a la vuelta de la esquina está el otoño, con sus párpados caídos.
4 comentarios:
Me he enamorado de la frase: "Aprender que existe lo imposible."
Buen Blog!
PD: Hola ;-)
Cada día escribes mejor.
muchas gracias david.
azuky, hola a tí también.
Esa descripción parece una lluvia de sensaciones, de esas que duran toda una tarde. Muy poético, me gusta.
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