9/18/2008

SE ME FUE LA LUZ

Por segunda vez en lo que va de semana. Se va la luz en mitad de la noche y el despertador se reinicia. Entre eso, y mi capacidad innata para coger atascos en la M-502, es como si hubiera una confabulación estelar para que yo no me levantara temprano y llegue tarde a trabajar.
En cualquier caso, resulta curioso que nuestra vida dependa tanto de un simple aparato que hace ruido a la hora en que tú le dices. Y si se va la luz y no te despiertas, tu vida puede cambiar por completo. A lo mejor ese pequeño hecho puntual te salva la vida, o todo lo contrario. A lo mejor provoca que conozcas a esa persona especial a la que llevas tanto tiempo esperando. Vete a saber.
Y todo por algo tan simple como un cambio de planes inesperado en la hora a la que tienes que despertarte. Es evidente que dependemos mucho de cosas que son muy pequeñas. El azar y las casualidades marcan nuestra vida. Ya nos lo llevan tiempo avisando Auster y Medem.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Joe maño, ponte la alarma del móvil y no te pasarán esas cosas, y a lo mejor con suerte, conoces a la erasmus buenorra que va todos los días a la oficina justo antes de que tú llegues tarde...

Angelico... Tanta poesía y aún no te has enterado de la verdadera utilidad del dichoso móvil (la alarma suena incluso aunque lo apagues!!! una auténtica locura, ya ves) XD

Ciudadano B dijo...

Azar y casualidades. Medem y Auster. Sí, señor.

Yo tampoco creo en el destino. Creo más en eso... en que la vida juega al libre albedrío con nosotros... a veces para bien, a veces para mal.

En cuanto al despertador... yo también te aconsejo utilizar el móvil, a no ser que quieras jugar a las casualidades de los cambios de planes repentinos.

Saludos.

Ve. dijo...

Y yo me fío de todo lo que diga Medem.

: )

(En mi móvil no suena la alarma si lo tengo apagado...)