4/19/2009

RUINAS

Envió todas las postales a una dirección en blanco. Tiró al contenedor las sobras que le quedaron después de cenar su pasado. Tapió las ventanas para evitar la tentación del cielo. Le prendió fuego a los besos que nunca le dieron y a las sábanas donde habitaron sus sueños.
Y desde lo más alto de las ruinas de lo que un día fué su vida, lo tuvo claro:

aquello no había servido para nada. La respuesta estaba en otro lugar.

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