7/13/2011

Vimos cómo la tarde ardía sobre los palacios

Anudamos nuestras fronteras. Dibujamos sonrisas en los intermedios. Una compañera de piso chipriota.
Tus horizontes y el tiempo como única condena. A ratos fuimos felices, en un piso temporal donde entró la luz. Una de las semanas más intensas de mi vida. Terminó con 13 horas seguidas durmiendo.
Y el tiempo, como siempre, puso a cada uno en su lugar.

1 comentario:

Sol en las alturas dijo...

El tiempo tiene ese poder.