Te encontré
en el rumor de las olas
que sólo oyeron mis oidos
cuando llegaba el metro.
En el horizonte infinito
que dibuja la televisión
cuando la miro apagada
como si fuera imbécil
En el silencio que encuentro
mientras ceno solo en el sofá
la última novedad ofertada
de la sección de congelados
Te encontré, sí.
Pero sólo estaba soñando.
Y hay días que no es suficiente.
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