11/02/2009

la escalera de madera infinita invitaba a una ronda de maletas llenas.
la chica nómada viajaba a wonderland haciendo escala en Frankfurt.
el color azul estaba desteñido en todas sus variantes, y tú saliste disparado por los aires como un terrorista suicida.
al menos te llevaste de allí dos libros bajo el brazo, uno de los cuales marcaba su precio en dólares.
debajo del balcón se emborrachaba medio Madrid y lo gritaban para desvelarte.
y yo escribí en mi moleskine que los abrazos de despedida siempre saben a poco

pero al menos esa vez la chica volvió.
y regresaste a subir la escalera de madera.
y en vez de una ronda de maletas llenas
te esperaba una barra libre de promesas

3 comentarios:

laura dijo...

"Los abrazos de despedida siempre saben a poco".
Nadie podría haber escrito una frase tan cierta, tan profunda. Son las tipicas frases que leemos y sabemos que nos hubiera gustado escribirlas a nosotros

:)

En serio, precioso.

mua!

User: 0 dijo...

Gracias por pasarte le daré un ojo (con más tiempo) a tu blog ^_^

Marian dijo...

tambien me quedo con lo de los abrazos de despedida...

y te dejo un besote