Podía ir en metro a cualquier lado. Era todo muy sencillo y las distancias eran muy cortas. Me subía al tren, y ala... me iba a ver a quien quisiera que vivía fuera de Madrid tardando como mucho media hora. ¿a que molaría?
Y esto me ha recordado a que el otro día, mientras hacía limpieza me encontré fotos mías de pequeño. Alguien me dijo que en esas fotos sonreía, mientras que en las que me hago ahora no sonrío nunca. Por algo será...
Cuando era pequeño veía todo más simple, mientras que ahora veo todo cada vez más complicado. A veces parece un puzzle lleno de piezas que no encajan nunca.
Y yo odio los puzzles.
3 comentarios:
Yo también odio los puzzles.
De hecho no recuerdo que en ningún momento de mi infancia llegaran a gustarme, y sólo una persona que no me conocía lo suficiente me regaló uno en mi 7º u 8º cumpleaños.
Pero, lamentablemente, la vida es como un puzzle...y cuando las piezas no encajan, hay que empezar de nuevo.
Lo malo es cuando la historia se repite... que hay que empezar una y otra vez. Y las fuerzas dejan de ser las mismas.
Besitos!!
Yo odio también los puzzles pero mi infancia ... me encanta.
saludos y salud
Yo llevo años soñando con un metro que une Salamanca con Madrid y no tarda mas de 20 minutos :)
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