7/19/2009

fué aquella despedida

la que aún me baja por la garganta.
igual que lo hicieron por la escalera
un estrépito de maletas donde no quedaba hueco para mí.
la que recuerdo mientras escribo tumbado en la cama,
y los malditos aspersores se levantan como cada madrugada
regando de insomnio al vecindario.

fué aquella despedida
la que mancha cada día disfrazada de rutina
la que recuerdo mientras leo poemas de Marzal
y me preparo la cena en horas inmundas
en que deberia hacerse cualquier cosa
menos preparar una cena

fué aquella despedida
la que aún aguarda en un rincón de la cama
y pone en pie de guerra a lo que escribo
la que no me dejó decirte lo que deberia haberte dicho,
en medio de tu abrazo, como por ejemplo:
"guardo la luz de tus amaneceres en una caja fuerte
que abriré cuando vuelvas",
"tu sonrisa y tu perfume han alquilado un balcón con vistas a mis sueños"
o simplemente "gracias, por devolverme la fé perdida"

2 comentarios:

LoreVero dijo...

Sera por todo esto que describes,que apuñala, que evoca momentos,que resurge lagrimas..sera por eso y mucho mas que como dice Ismael..NUNCA ME GUSTARON LAS DESPEDIDAS!!!

Marian dijo...

qué grande eres, Javicito. Muá