6/19/2011

Mi falta de preocupación sobre determinadas cuestiones de estética.

El recién nacido de los vecinos, que, sin duda,
va para estrella de la ópera.
El borracho de abajo de este piso del centro
que ha decidido deleitarnos con los grandes éxitos de David Bisbal.
El calor en forma de mosquito que merodea por mis párpados.
Y mi cabeza, que no para de dar vueltas.
Parece que todos los factores necesarios
han decidido ponerse de acuerdo
y no dejarme dormir esta noche.
Aprovechando la mencionada circunstancia
he reflexionado.
El asunto era decidir lo que era preferible:
dormir bien
o pensar en tí.
Y llegados a este punto,
debo reconocer que nunca me preocupó
,al menos de forma excesiva,
la estética sobre mis ojos.
Que se vaya a la mierda el sueño.
Bienvenida a mis pesadillas.

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