10/05/2008

DURMIENDO EN DOBLE FILA

Puede que tengas razón y esté perdido en medio del océano, dejándome llevar por la marea. A veces hace falta perderse para poder encontrarse. Desubicado y desorientado, pero nunca desesperado. Y a lo mejor resulta que eso no tiene nada de malo. O sí, pero tengo que esperar a comprobar el resultado por mí mismo. Que aún me quedan suelas para correr, y no me canso de ver arder la Gran Vía en noches vacías. Un boxeador no pierde el combate hasta que no termina la cuenta, y la mía aún va por la mitad. Y al fín y al cabo en la lona tampoco se está tan mal.

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