Vives en tiempos extraños. Es como si viajaras por una carretera secundaria en un destartalado coche de segunda mano. Y notas como si alguien estuviera pisando el acelerador a tope. Te lleva a toda velocidad y tú no puedes hacer nada para evitarlo. El freno ya no responde. Has estado a punto de salirte en varias curvas. Pero ese ritmo está haciendo que vivas muy deprisa. Que veas muchas cosas. Y quieres dejarte llevar.
Parar y buscar la calma significaría perderte demasiadas cosas. Pero algunos días no puedes evitar que te asalten las dudas:
¿Salto del coche en marcha o sigo adelante?
¿Qué habrá al final? ¿Un precipicio? ¿Algo peor?
O tal vez, al final te espere ese lugar que tanto tiempo llevas esperando.
1 comentario:
Que bueno es que te asalten las dudas, pues eso significa que estas vivo, que no eres un mueble o una marioneta.
Saludos y salud
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